Adelita
de Todos tus muertos
Era noviembre de 2012 y
habíamos terminado clases en la universidad. Sara Gómez, mujer polémica y
sexual nos invitó a rematar semestre en su casa. La fiesta pintaba dura y así
lo fue. Esa noche, la plana mayor de viciosos de la facultad inundó la sala
familiar con cocaína, marihuana, aguardiente, tequila y ron. Tanto como para
mandar un cargamento para la Usa. Lucas y Comanche habían esnifado unos pases
desde temprano en los baños de la universidad y en la noche no pararon de
hacerlo, la mezclaron con marihuana y senda ingesta de alcohol. No sé si algo
más.
Ya en la madrugada, cuando
todos estaban muy borrachos y cualquiera se ponía al frente de la música,
comenzó a sonar Adelita, de Todos tus muertos, Lucas, que estaba afuera de la
casa, entró de inmediato y con pasos desordenados se fue metiendo entre la
gente que bailaba, entonces comencé a verlo todo en cámara lenta, una vez en el
medio de la pista se fue desplomando con gestos histriónicos, entonces pensé
que estaba molestando, nadie lo detuvo
en su teatral caída, sólo el suelo, de donde lo levantaron dos profesores que
habían ido a la fiesta y estaban también borrachos, lo montaron inconsciente en
un taxi y no supimos nada más. En medio de la pasmada preocupación, la canción
sonó otras tres veces consecutivas mientras tratábamos de averiguar la suerte
de nuestro compañero.
Polly
de Nirvana
En el verano del 2012 viajé
a Estados Unidos con mis papás. Fuimos a visitar a mis tías, que no veíamos
hace un par de años. Una vez allí, alquilamos una van y fuimos hasta Tampa para
los grados de bachillerato de un familiar lejano. La sensación térmica era la
de estar metido en un baño turco gigante, el calor llegaba al punto de derretir
la suela de los tenis en el pavimento. El día siguiente a la celebración del
grado fuimos hasta una playa ubicada en el Golfo de México.
A las ocho de la noche
apenas empezaba a ocultarse el sol, salimos en la van de vuelta para la casa de
los familiares lejanos. El esposo de una de mis tías, “El mono”, que lleva más
de treinta años en Estados Unidos y que habla y actua como un cubano, iba
manejando, movía el dial buscando algo que escuchar, pasó un par de emisoras
latinas que no lograron satisfacerlo. Seguía buscando.
Frente a nosotros, quizá el
atardecer más impresionante que haya visto en mi vida, todo se había puesto
naranjado y las siluetas del mar y la playa se observaban con perfecta nitidez.
Un par de aves marinas y la brisa moviendo los árboles. Entonces en el dial
apareció Polly de Nirvana, una de las canciones que más me gusta, quise pedir
que la dejara, pero no lo hice, era improbable que lo hiciera, pero “El mono”, que no parecía convencido con ninguna
de las opciones paro, dejó que sonara, nadie habló, todos estaban muy cansados,
entonces pude escucharla mientras miraba por la ventanilla como terminaba de
quemarse el sol en el golfo.
She´s
a rainbows de The Rolling Stones
El papá de Lú llevaba más de
seis meses hospitalizado. Los médicos no sabían qué tenía y todo era
incertidumbre. Ella canceló el semestre en la universidad y se dedicó al
cuidado de su padre. Su vida se redujo a la sala de espera de la clínica. Un
sábado me llamó y me dijo que la acompañara a un recital en el Planetario, como
no alcanzamos entradas fuimos a la Fiesta del Libro y luego al parque de El
Poblado. La clínica donde estaba su papá quedaba a pocas cuadras y eso la
atormentaba. Compramos dos cervezas y cuatro cigarrillos y nos sentamos frente
a la iglesia a hablar.
La música de Chepe alcanzaba a escucharse
desde afuera. Entonces comenzó a sonar el inconfundible intro de Brian Jones en
She´s a rainbow de los Rolling Stones.
- ¿A
vos te gustan los Rolling? Le pregunté a Lú.
- No
los he escuchado mucho, las más conocidas. ¿Por qué?
- Porque
en esta canción hablan de vos.
Sonrió, luego nos quedamos callados, ella terminando de
fumarse el último cigarrillo y yo tomándome la cerveza.
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