jueves, 17 de julio de 2014

Catarsis #3




Catarsis #3 
Nunca había vomitado por alguien


15 de agosto de 2010

Ese día había tocado con Yamevú en el concierto de eliminatorias para Altavoz Internacional, estaba particularmente feliz, y me encontraba tomando cerveza con los de la banda, la mía y algunos de la sinfónica de La Barquereña. Vera le había susurrado al oído a Paulina que para presentarle a Majo (Hermana de Miguel Moskato Calavera) a Cano, yo, un tanto inquieta dirijo la mirada a donde señala Vera y ahí estaba en el sofá de Maya, con un buso roto café y una sonrisa encantadora, vera lo llama, él sale a la acera y nos lo presenta a todas, le dice: Ey, hacé como el mico, como el orangután de la otra vez, y Cano hace gestos de vergüenza con nosotras, aún así Vera le insiste y comienza con la función. Ese día me dio pena ajena por aquel espectáculo, pero ese día tuve mi primera atracción fatal por un hombre.

24 de Octubre de 2010

Marinilla, Antioquia, 2:30 a.m. yo me encontraba un poco ebria, y estaba particularmente contenta, para bajar la prenda le dije a Cano (Con quien había comenzado a salir semanas atrás y a quien había invitado como acompañante al Festival de Viva la Música) que me acompañara a buscar algo de grasa para bajar la prenda, fuimos al parque y en un puesto de comidas había un man, de piel oscura, corte emo, de pelo crespo y vendiendo chunchurria, era de no creer, nos reímos tanto como pudimos, hasta que la discreción nos paró, compramos un chorizo y me lo comí. 

La prenda me había bajado, abracé a Santi (Ya no era Cano, si no Santi) por el torso y él me hizo la pregunta que había esperado por mucho tiempo en un hombre: ¿Quieres ser mi novia? Me sonrojé, lo medité por unos instantes, le cogí la mano y le dije que me daba miedo, me dijo que de qué y le dije que no quería que me hiciera daño, que solo quería que me amara y me cuidara, que si hacía eso sí, que porque yo lo quería mucho y que estaba sintiendo algo hermoso por él, nos abrazamos, nos besamos y entramos al hotel, desde ese día todo fue felicidad.

De ahí en adelante fueron muchas primeras veces, las primeras veces de las primeras veces, todo era encantador, bonito, dulce, cándido, honesto, creíble, un maravilla, todo un idilio de amor.

Pero todo cambia y todo se transforma, como la energía. Según Santi, su última novia le había durado dos años y ocho meses, casi tres años, yo como buena mujer, era una  máquina calculadora, no de dinero, si no de acciones, de sueños, de proyectos, de detalles, me cagaba del miedo pensar que en tres años la cosa moriría, pero en conversaciones con él, solo habían palabras de amor eterno, de construcción en pareja, de sueños compartidos y ahí ese miedo se encapsulaba en mis entrañas, se dormía.

Frédéric Beigbeder en 1997 escribe “El Amor Dura Tres Años” con la editorial Anagrama y lo resumo en tres frases.
"El amor es una catástrofe espléndida: saber que te vas a estrellar contra una pared, y acelerar a pesar de todo: correr en pos de tu propio desastre con una sonrisa en los labios; esperar con curiosidad el momento en que todo se va a ir al carajo. El amor es la única decepción programada, la única desgracia previsible que deseamos repetir.”
“Amar a alguien que no te ama, no es amor. Hay que decidirse: o vives con alguien o lo deseas. No se puede desear  lo que se tiene, es antinatural”
“No hemos sido preparados para le felicidad por que no estamos preparados para el dolor, tenemos que saber quienes somos y a quien amamos”
Y todo confluyó así, ocurrió así en el tiempo esperado (Aunque no fuera esperado) pero las señas y comportamientos de mi compañero de pareja cambiaron, y yo me llené de miedo, estaba histérica, sabía que lo aburría, que algo andaba mal, pero él siempre ha sido un misterio, nunca dijo nada, nunca, simplemente estaba esperando el momento de la colisión, y que en medio de su inercia y la mía se supieran las verdades, se contaras las mentiras.
Histeria crónica o síndrome de Briquet
Año 2014, en una conversación por chat, le pregunté que dónde andaba, me dijo que iba para donde el Salaz que allá estaban todos reunidos tomando, le respondí dudosa - mmm, bueno. Dudosa porque yo estaba donde el Salaz y él no estaba, pero tampoco quise precipitarme, esperé dos horas y le dije: Que raro porque estoy donde el Salaz hace rato y no te he visto llegar por ningún lado, él seguido a eso respondió: Estoy con Camila, me invitó a comer… Siguió escribiendo, pero mi cuerpo no lo resistió, lloré y de inmediato me fui al baño, vomité, lloré y vomité de nuevo, el corazón me latía “a mil” todos me decían que me calmara, pero no podía hacerlo. Esa fue la primera vez que vomité por un hombre.

¿Por qué entregarse?
- Porque somos fatalistas, en principio nos creemos luchadores, en el final también, pero caemos vencidos, derrotados.
¿A quién crees que amas?
- Al hombre de mi vida, el ser más importante, mi luz, mi sol, mi todo.
¿Y vos quién sos?
- Un alma en pena, que llora los lamentos de la pérdida. 
¿Cuál pérdida?
- La mía, la de él, me había perdido desde el primer momento en que creí tenerlo.
¿Y ahora?
- Después del llanto viene la sequía, acompañada de una agonía, cuando lo veo se me mueve todo, aún lo amo, pero los actos definen.
¿Qué definen?
- Incertidumbre.
¿Y los rezos?
- Los rezos a Dios o a Buda no sirven de nada si no hacés nada, los rezos no son magia, los rezos son diálogos con el infinito, que si los creemos con la suficiente fuerza, seremos nosotros quien hagamos realidad esos rezos, transformarlos depende de la realidad de cada uno y del deseo de cada uno, si no hay realidad, no hay deseo, y si no hay deseo el rezo se anula porque no se quiere y se cree con la fuerza necesaria. 

¿Cuál fuerza necesaria?
- La del corazón, la del espíritu que nos mantiene vivos, el humano.