CATARSIS #1
Por: Sara Bolívar Mejía
Hace algún tiempo, para precisar un año y seis meses enfrento una crisis, una crisis que implica la parte física, mental y espiritual, pero más allá de eso, implica mi destreza creativa, lo que más aprecio, lo que me inspira y me da vida; Así que no esperen que este escrito sea algo fuera de lo común, como lo dijo mi pareja, mi amigo y mi confidente: - El reto es contar algo.
Pues bien, tomo esto como un regalo de mis amigos, con quienes comparto mis tiempos libres y a quienes les abro las puertas de mi casa aún cuando estoy trabajando, así como comparto esos espacios, mi cocina, la música, mi habitación, la sala de mi casa, mi perra, mis cuentos, mis instrumentos, y los momentos más importantes de mi vida, les comparto también uno de mis mayores miedos, la frustración, la memoria a punto de fallar.
Resulta que todo esto tiene que ver con un diagnostico que me dio el neurólogo hace más de 10 años, en el cual se expresaba que padecía de epilepsia de difícil manejo, con altas posibilidades de ser operada, pero eso nunca estuvo como una posibilidad de tratamiento para mi madre, así que me empezaron a tratar con diferentes fármacos que al final del día iban a causar algún tipo de efecto secundario en mi.
Al principio no fueron tan notorios, pero luego dormía más de lo normal, me volví más perezosa, mi deficit de atención aumentó y fue allí cuando decidimos recurrir a otro neurólogo especialista en epilepsia, el cual me dio el diagnostico más desalentador que había escuchado sobre mi enfermedad “Hay que operar lo más pronto posible”, la operación tenía el 95% de riesgo de que perdiera la memoria, 50% de que muriera en ella y si todo salía bien me curaría solo en un 70% - Imagínese por un minuto esta situación- era deprimente, obviamente después de discutirlo mucho en familia decidimos optar por el tratamiento de fármacos, e ir reduciendo la dosis de uno de ellos que me estaba afectando aun cuando estaba despierta.
También me dijo que mi atención y mis capacidades cognitivas estaban siendo afectadas por una pequeña cicatriz que tengo en el lóbulo temporal izquierdo y que con el tiempo ésta aumentaría, pues bien, para que me entiendan mejor les explico: Una cicatriz en el cerebro, es como tener un CD que se raya, no suena igual, y borra información.
Desde entonces continúo con el mismo tratamiento y en efecto, hoy día no me siento la misma que antes, mis habilidades cognitivas no son las mismas, la memoria tampoco y tengo cierto miedo a crear, a surgir, por supuesto que ese miedo es el que todos sentimos alguna vez, ese miedo a morir en el intento, a fracasar, peor aun, al olvido.
Saber eso es una fatalidad, pero más allá de eso, de esa frustración continua, el forzar el cerebro a la reacción, a la creación, a la inspiración, a la motivación, a la activación propositiva, a la interacción y a la provocación, es el intento y el compromiso por aceptar y comprender los cambios metamórficos del yo como ser humano y como un ser orgánico.
Somos fibra, origen, pulso, razón, emoción, imagen, historia, tiempo, memoria, Aristoteles no se equivocó con su modelo dramatúrgico, la catarsis de la que escribo, la viven miles más, pero con diferentes fondos y formas; en síntesis, se puede vivir con miedo por un tiempo, pero no toda la vida.
Boli, internet es un lugar donde mucha gente joven deposita sus pensamientos intrascendentes esperando ser alabados, muchos quieren contar "algo", como dices tú. Pero esto, amiga, es mucho más que "algo". Que gracias
ResponderEliminarGracias a vos por estar siempre ahí, para leerme.
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